viernes, 24 de octubre de 2014

"Soledades urbanas"


Fragmento de Soledades urbanas
de Germán Abarca

"Era el elegido para todo. Era el portaestandarte en los desfiles, leía los discursos para las fechas históricas y representaba al colegio en todo tipo de eventos. En lo cotidiano me convertí en el trofeo de los juegos de besos infantiles. Todas las niñas querían ganar para escogerme y besarme..."

"Escritos literarios"


Fragmento de Escritos literarios
de Leonardo da Vinci

"PROEMIO. Ha de juzgarse y estimarse a los hombres inventores, que son intérpretes entre la naturaleza y los hombres -por contraste con los repetidores y trompetas de las obras ajenas-, como la diferencia que hay entre el objeto fuera del espejo y la imagen aparente del espejo, que el uno por sí es algo, y el otro nada."

"Reinas de la primavera"


Fragmento de Reinas de la primavera
de Antonio Subirá

"La Lucinda pensaba que su esposo trabajaba en la barra del Borderline, un local orientado a un público alternativo, y con lo que ganaba podían vivir tranquilos en el Cerro alegre sin que ella tuviera que salir a trabajar. Cuando sus amigas, falsas conservadoras, le preguntaban de qué vivían, les decía que Mario cuidaba a una pareja de ancianos muy generosos que vivía en un caserón del Cerro Mariposa, y que con eso no necesitaban más."

"Kioto"


Fragmento de Kioto
de Yasumari Kawabata

"La frente de Chieko se perló de un sudor frío. El sonido de los pasos y de la música de las bandas de Gion, que desbordaba el aire desde la calle Shijo se esfumó, haciéndose muy lejano. A Chieko se le nubló la vista. La joven montañesa rodeó los hombros de Chieko y le enjugó la frente con su pañuelo."

"jardín"


Fragmento de jardín
de Pablo Simonetti

"En su rostro se mezclaba la usual expresión nostálgica con una vitalidad que dibujaba en sus rasgos líneas de alegría y hasta cierto optimismo. Las camelias, azaleas y rododendros habían alcanzado su esplendor. Desde que tenía recuerdo, me había admirado su tesón para reunir y cultivar esos arbustos indóciles al clima y los suelos de Santiago."

"El nadador"



Fragmento de El nadador
de Gonzalo Contreras

"Max giró, comenzó a andar, luego a correr seguido de Úrsula, que no se esforzaba por sobrepasarlo y que meneaba la cola como si se tratara de un juego. Al final de la playa se detuvo, miró hacia atrás y ya no había nadie, ni el auto montado en la arena, ni los pequeños puntos multicolores. Llevó a la perra, arrastrándola por el cuero de su lomo, hasta el borde del agua donde le hundió el hocico."